12. Humor
El mapa que dibujé el año pasado quiere que hoy me ponga a escribir sobre el humor y yo que, según lo que puedo ver en sociedad, soy una mina divertida, ocurrente y chistosa, quedo seca. Será eso de que el humor es una cosa seria lo que me pone en modo ceremonial. Pero hay algo que tengo claro: saber que tengo que hacer reír me inhibe completamente. Mi humor depende de un alto grado de inconsciencia de mi parte (para más elegancia podríamos hacerlo pasar por espontaneidad).
Lo que sí tengo con respecto a la risa es un mecanismo similar al que aparece cuando miro series o leo: “quiero más, quiero más, quiero más”. Siempre quiero saber cómo sigue, cualquier cosa. Pues, parangonando, que nadie se vaya a reír adelante mío de algo que hago o digo porque no puedo parar. Posta. Voy a tener que subir la apuesta porque “quiero más, quiero más, quiero más” risa. (Suena un poco maníaco contado así).
Después de esta entrada en calor (siempre tengo que tantear un poco los renglones para arrancar, soy medio cieguita para los principios) tengo en mente algunos aspectos que hacen a mi identidad humorística que podría desarrollar: el humor de mami (su prueba de la mano revoloteando en la mesa y su destrucción sistemática del lenguaje), el de papi (seriedad llevada al absurdo, repetición, ultra literalidad) y el mío, no, mejor el humor en mí y lo que me hizo o no, mejor aún, lo que el humor me hizo hacer y sus inesperadas derivaciones. Ok.
Mi problema más grave cuando empiezo cada post, que es descubrir sobre qué corno voy a escribir a partir de la desgraciada palabrita que me toca (después le tomo cariño pero cuando empiezo siempre es una amenaza), ah, qué larga se hizo esta frase, ni sé por dónde retormarla, sí, quería decir algo así como que mi problema recurrente del principio de cada post en este caso ya vendría a estar solucionado. Pero no. Porque la semana pasada me dejé tarea para el hogar y me tendí una trampa. No tuve mejor idea que engancharme en un tema que no iba a alcanzar a desarrollar y, humor mediante, hice uso del típico “CONTINUARÁ”. Ajá, qué viva. ¿Y ahora cómo retomo? Bienvenidos a mi post kármico, voy a tener que hacer una recapitulación para ponerlos en camino, en señal de respeto al que llega acá sin haber estado allá, al que estuvo allá pero a esta altura ni sabe de qué venía y, último pero no menos importante, a las series que menciono a cada rato. De las que tomo ese precioso mecanismo que tienen cuando empiezan algún capítulo.
...este blog:
“G. me muestra un capítulo de una serie. Quedo fascinada: en un universo paralelo (aunque en la ciudad de Los Ángeles) veo las andanzas de un grupo de amigas lesbianas, muy glamorosas ellas, que se encuentran con otras lesbianas todo el tiempo, hasta debajo de las baldosas. Sufro, porque es ficción y porque no tengo cable para seguirla. Tiempo después S. me regala el pack de DVDs de la primera temporada de la serie fantástica, que se llama “The L Word”. Obedezco a la consigna “hazte fan” y la miro completa enseguida. Ya emitieron tres temporadas más pero no están en DVD. Las compro piratas por Mercado Libre y también las miro completas enseguida. En los subtítulos aparecen palabras extrañas, como Howita (?). Se está por emitir la quinta y me desespera tener que esperar un año para que las piratas la compilen. Googleo “Howita” y es la palabra clave para entrar a otro universo paralelo, pero de este lado de la pantalla, el de internet. Ingreso al fascinante mundo de las Subtituling Team”.
Acabo de superar la horrible tarea de hacer síntesis. Es horrible, claro, para tener una cabal idea hay que ver el capítulo entero que vendría a ser el post 11. Blog. Pero un previously siempre es un previously y aquí estamos, listos para avanzar en la historia y llegar al momento de inicio de aquel blog que tenía tanto humor, que fue el primero que hice pero de tan armarizada ni lo contabilicé y que por su estructura y temática cruzaba los dos posts, el de la semana 11 y la 12. Partí la historia en dos y aquí estoy tratando todavía de resolver el berenjenal narrativo en el que me metí. Mejor sigamos camino.
/ / / / /
Howita es un personaje. Eso es algo que solemos decir de las personas cuando queremos darle dimensiones épicas. Pues a Howita no hay que dárselas, las trae consigo y una no hace más que asombrarse ante su extemporáneo grado de entrega, generosidad y servicio. No sabemos su nombre real, sólo su nickname (¿vendrá de hobbit?) y en aquel entonces su dirección web. Porque Howita tenía un sitio y es ahí donde arranca esta historia. Fondo negro, letras brillantes, contador de visitas, links numerosos a material lésbico y LOS SUBTITULOS DE TODOS LOS CAPITULOS DE “THE L WORD” EMITIDOS A LA FECHA. Un shock.
Aunque en aquel tiempo no sabía cómo conseguirlo, conocía perfectamente la existencia del material pirata listo para bajarse de la red. Lo que no me imaginaba era que, además, había gente dedicada a subtitular las versiones originales. Por supuesto que esta acción no es exclusiva del mundo lésbico, hay equipos subtituladores por todas partes que hasta logran una reputación por la calidad de su trabajo y son seguidos por miles y miles de beneficiados como yo. Pero este era el primero que conocía y estaba compuesto completito por mujeres gay, para más datos. Estaban interesadas en una serie novedosa que venía a visibilizarnos, de la que quedamos todas prendidas al instante, y consideraron que sus hermanas anglo-disminuidas tenían derecho a tener acceso a un material tan sensible. Por iniciativa de Howita se había organizado un equipo que hacía los subs a la mayor velocidad posible apenas el programa se emitía.
Todavía me sorprende. Todavía estoy agradecida. Todavía estos gestos desproporcionados son los que elijo como compañeros de ruta. No puedo decir que me dan esperanza en el destino de la humanidad, no puedo pedirles tanto, no puedo esperar nada a esta altura de la partitura. Pero el recorrido con ellas es más cálido, y afectuoso, y simple. Como la fuerza que puede tener un grupo de niños jugando, ahí cuando no hay cálculos adicionales, sólo el puro hacer y divertirse. Así sentí y conocí al Subtituling Team. Maravilloso.
Para darle más forma a su sitio Howita había crado un C-Box que ocupaba buena parte de la pantalla. Funcionaba tipo tablón de anuncios, quien andaba por ahí podía dejar un mensaje fácilmente. Pero si alguien más estaba en la página al mismo tiempo podía darse la posibilidad de una conversación, un “chat”. Si el sitio de Howita fue nuestra casa, el C-Box fue el living, el punto de encuentro, el precario gestor con el que se nos impuso un mundo nuevo, fantástico, para amenizar el asunto. Me estoy precipitando. A ver, hagamos como siempre: memoria.
¿Notan que en ningún momento mencioné a Facebook, ni Twitter? Es que estamos en el año 2008. Face largó su versión en español recién en 2007 y en el 2008 Twitter era un equipo de 18 personas… Aunque parezca mentira, todavía no estábamos conectados todos con todos de una manera tan estrepitosa como la actual. Encontrar este rincón en la red había sido una suerte enorme, ¡era como un boliche gay!!! Todas entrábamos al sitio para buscar los subtítulos, claro. Pero las chicas traductoras a veces eran humanas y tenían sus demoras (o entrábamos con demasiada anticipación por la ansiedad) y ahí estaba el C-Box para hacer consultas o pasar el rato. Se necesitaba una identidad para eso, me puse “Ichi” y de a poco me animé. Fui preguntando, y aprendiendo a conseguir las versiones en video que el Subtituling Team usaba para su noble tarea (un sub que sirve para una versión puede ser completamente inútil en otra).
Como en todos los orígenes, las cosas son bastante difíciles de precisar (si no imposibles). Hice un intento en mi cuaderno, bastante confuso. Entré a aquel viejo blog que escribimos entre abril de 2008 y abril de 2009. Y me encontré con un post titulado “¿cómo era que empezamos?”. Ahí transcribíamos un chat en el que le explicábamos a otras curiosas de dónde había salido la necesidad de hacer nuestra parte ridícula del trabajo. ¡Un documento histórico! En el que hacíamos la siguiente aclaración: “no importa lo que digamos, nuestros propósitos son siempre LUDICOS y no sagrados (es divertido parecer una secta pero no lo somos). Lo único que sucede es que hemos visto demasiado cine y televisión”.
Ahí explicamos que todo nació durante la noche del 510 (esto significa en la jerga temporada 5 episodio 10). Peixesapo y yo, Ichi, ya habíamos chateado varias veces en el C-Box. Habíamos descubierto que teníamos el mismo modus operandi forjado en la ansiedad: ver la versión original apenas salía, en seco, en inglés aunque no entendiéramos una palabra. Luego leer el resumen del capítulo que hacía Rogue en su genial blog Lesbicanarias (el mundo de los “recaps” es otro mundo aparte, que se cruza también con este) y por último esperar con ansiedad los subtítulos para tratar de pegar todo en la cabeza y ver el capítulo como un ser normal.
Lo cierto es que, como diría Peixe en aquel chat, en la página no sólo estábamos nosotras: “también es cierto que había montones de mujeres acechando los subtítulos en silencio y nosotras ahí, amenizando la espera”. Nos dábamos cuenta por el contador de visitas, que aumentaba a una velocidad impresionante. La cuestión es que el momento de los subtítulos 510 llegó, pero a esa altura sólo teníamos que “verificar datos” porque de tanto investigar estábamos entendiendo cada vez más. El tema es que el contador, que había girado como loco durante 24 horas mientras se esperaban los subtítulos, después que llegó el “mediafire del 510” quedó hecho un bálsamo. Lo que sigue lo contábamos de esta forma en un chat que recuperamos para el recuerdo:
ichi : y fue entonces que quienes en ese momento nos llamábamos peixesapo e ichi empezamos a chatear tranquilamente en el mismísimo c-box
PEIXESAPO : ahi mismamente, a la vista de todo el mundo
ichi : que no había nadie, lógico
ichi : estaban todas viendo el 510
ichi : aunque sospechábamos del subtituling
PEIXESAPO : o si habia no se manifestaba
PEIXESAPO : howita siempre esta ahi
ichi : solamente podía haber alguien viendo nuestro diálogo si sabía inglés
ichi : howita es OMNIPRESENTE
ichi : creo que estuvimos alrededor de dos horas escribiendo, no?
PEIXESAPO : cierto, y de vez en cuando aparecia alguien en plan:”gracias howita” y se iba por donde habia venido
ichi : tenés razón, era muy gracioso
ichi : de a poco fuimos cayendo en la cuenta de que el final de temporada iba a ser más tranquilo si teníamos un nuevo objetivo en nuestras vidas
Divagábamos sobre la identidad de nuestras heroínas, las chicas del Subtituling. Imaginábamos que podían estar escuchándonos (leyéndonos) y, para disimular, nos poníamos “gafas”, el típico emoticono cool. Lo que estimuló mucho esta conversación delirante fue que también estaba en línea Pi. Ella intervenía raramente, pero se notaba que leía cada palabra, con una actitud de reverencia y simpatía a cada pavada que decíamos, como si fuera una aprendiz y nosotras agentes especiales en la misión secreta de revelar las identidades del Subtituling Team. Yo creo que fue su presencia, su calidad de público, de auditorio, la que mas influyó para esa improvisación en la que éramos capaces de imaginarnos subiendo furtivamente por las paredes de las casas de nuestros objetivos, siempre enfundadas en ajustadísima ropa de cuero. Aunque había mucha, muchísima discusión sobre el uso de tacos o borceguíes.
La química de delirio transoceánico (Peixe escribía desde España y yo desde Argentina) fue muy fuerte y, sospechamos, seguida en tiempo real por más gente de la que se manifestaba. Nos encantó y volvimos con el juego durante la locura de la espera del 511 (a un solo capítulo del final de la temporada). En el documento histórico figura textualmente:
ichi: entonces comprendimos que la adoración a quienes nos habían hecho tan felices con su conocimiento del inglés, sumado a nuestra decisión de descubrir con los más sofisticados elementos de la tecnología sus vidas privadas daría como resultado esto, es decir
ichi : las C-BOX GIRLS!!!
ichi : en realidad estoy un poco cansada, quizás llegué de manera abrupta al final
PEIXESAPO : ahora que lo pienso… necesitamos una melodia o algo
ichi : si, totalmente
PEIXESAPO : un tachan tachan
PEIXESAPO : pues te lo agradezco porque en breve me tengo que ir
Nuestro símbolo, por repetición, pasó a ser “la carita de los lentes oscuros”. Como “agentes” dispuestas a descubrir la verdad detrás de nuestros ángeles subtituladores supimos que debíamos camuflar la nuestra y nos pusimos nombres sobre estos nombres que no eran los nuestros. Peixe pasó a C.A.T., Ichi sería K.C. y a Pi se la conocería en este submundo como 3,1416. La comunidad humorística se amplió y sumamos más agentes haciendo el aguante en el C-Box. La temporada estaba a punto de terminar, pero el efecto de la serie había sido superado largamente. Al punto de generar situaciones como esta, en el mismísimo C-Box de casa Howita:
> ichi: lo mejor de esta temporada, el subtituling, sin duda
> ichi: en segundo lugar, el c-box, este espacio
> ichi: debo reconocer que cuando la adicción a la serie y la ansiedad empezó a generar reacciones terapéuticas grupales :cool: fue cuando empecé a divertirme en grande
> ichi: de hecho, ahí están los subs, y sin embargo prefiero hacer esto primero :-) será que atrás de tanto nick hay gente de carne y hueso
> ichi: qué se yo, que me pongo sensible. por mi parte pienso pasarme todos los martes por aquí sin falta, ten-go-una-misión-que-cumplir :cool:
> ichi: gracias subtituling :heart:
> HOWITA: Ichi, querida, ponte a ver el episodio ¡YA! ¿Para qué hemos estado currando? ¿Para que ahora no lo veas? :D:D:D
El último episodio de la quinta temporada de TLW, el 512, se emitió el 23 de marzo de 2008. Para llenar el vacío que se abría frente a nosotras, un año entero esperando la que sería la última temporada, el 3 de abril escribimos el primer post de nuestro blog en
https://cboxgirls.wordpress.com/ Lo tuvimos en línea un año entero. Compartimos paso a paso la emisión de la horrible y nefasta sexta temporada, ¡encima la última! Todas odiamos el cierre que tuvo la serie. Pero teníamos una herramienta para vengarnos del giro ridículo que le dieron: hacíamos unos pequeños videos con escenas editadas y con subtítulos falsos, haciéndoles decir a nuestros personajes predilectos cosas que nos interesaban más, por supuesto. Creo que nos cerraron la cuenta en youtube por infringir derechos de autor, y ni Peixe ni yo los guardamos en ningún lado, una lástima. Esa serie de videos fue la frutilla de la torta :-p
/ / / / /
Cuando puse la primera imagen de este post no sabía por qué lo hacía. En general ilustro con fotos de mi infancia porque por ahí rondan los relatos. No fue este el caso y sin embargo busqué alguna en la que me estuviera riendo. Me gustó esa. Me encanta como me sostiene mamá.
Todo muy lindo, si, ¿pero se justifica? Eso me preguntaba al principio. Ahora no. Yo no voy a hacer nunca un tratado sobre el humor, ni voy a hablar de la risa en forma seria, no puedo. Siento que desnaturalizo todo, que lo corrompo si lo miro así. Pero sé que me gusta reírme con otros. No sé en verdad si me río sola de una manera cabal (lo hago, pero hay otros ahí generándolo mediatizadamente, o corporizándose a medida que los imagino). Sé que me río así, francamente como en la foto, cuando estoy siendo sostenida. Sé que el humor es una manera muy poderosa de estar en el mundo y he tenido el privilegio de pasar momentos maravillosos calzándome las gafas y la ropa de cuero imaginaria y transformándome en una C-Box Girl, algo que seré siempre. Sostenida en mis compañeras de juerga virtual. Ha sido fabuloso refrescarlas en mi.
Me quedaron en el tintero esas primeras ideas: los chispazos del humor familiar, y la risa como la puerta de entrada al teatro en mi vida. No importa, ya habrá tiempo.
El 2016 todavía nos ofrece 40 semanas por delante.